El denominado «impuesto rosa» es un impuesto que se aplica de forma discriminatoria a los productos que van dirigidos a un género específico. Tradicionalmente, los productos más afectados han sido aquellos dirigidos a mujeres, aunque su funcionalidad sea la misma que la de los productos dirigidos a hombres. Esta discriminación en los precios afecta a todos, no solo a las mujeres, sino también a los hombres y a las personas no binarias o genderqueer. ¿Por qué debería alguien pagar más por ser quien es? Estrid se compromete a acabar con esta discriminación en los precios ofreciendo una maquinilla superafilada, suave y de alta calidad a un precio asequible.